María Fe Álvarez-Calderón tiene una historia académica y profesional que todo futuro postulante universitario debe conocer. ¿Por qué? Pues porque trae muchas enseñanzas que los ayudarán en la tarea de elegir qué carrera seguir.

María Fe Álvarez-Calderón, egresada de Derecho de la Universidad del Pacífico.

María Fe llevaba tres años y medio en la Facultad de Economía de la Pacífico, pero en los últimos meses tenía dudas sobre si esa era realmente la especialidad para ella. Sus profesores Carlos Zelada y Cecilia O’Neill le sugirieron evaluar la Facultad de Derecho. Para salir de dudas, al siguiente ciclo decidió llevar “Introducción al Derecho”, uno de Administración y otro de Contabilidad. Y en el curso que despuntó fue en el derecho. “Mi promedio final en ese curso fue muchísimo más alto que mi promedio ponderado de todos los años anteriores. Me encantó, me cautivó, esperé un semestre más a ver si me acomodaba en Economía y, como no fue el caso, me transferí inmediatamente”, cuenta. Fue así como Carlos Zelada, Cecilia O’Neill, Fernando Cantuarias, Alonso Gurmendi, Vanesa Heller, Reynaldo Bustamante y Andrés Calderón, un “equipo de lujo” como ella misma narra, la apoyaron y retaron mucho en este nuevo proceso de cambios.

En un inicio, su enfoque en la carrera de derecho era siempre desde una perspectiva estructurada. Se acercaba al derecho desde la eficiencia y los números. Pero sus profesores le hicieron notar que el análisis no se agotaba en la eficiencia económica, sino que podía haber muchos otros objetivos. “Esto fue muy útil para, por ejemplo, ver desde la perspectiva de los derechos humanos. Fue una forma de empezar a analizar también las normas, los casos… Y bueno, mi formación claramente fue muy rica en la universidad porque complementaba varios puntos de vista y los profesores te animaban mucho a razonar, a criticarlos, a pensar diferente… Eso siempre era muy bienvenido”. 

Es cierto que los egresados de Derecho de la Pacífico tienen una base más amplia en números que sus pares de otras universidades. Además de cursos como Matemáticas 1 y 2, Contabilidad, Introducción a la Microeconomía e Introducción a la Macroeconomía, llevan el curso Microeconomía para Abogados. “¡A mí me parece que esto es importantísimo!—señala María Fe—. Hoy en día en mi práctica veo derecho corporativo, y no es que sea algo muy pegado a lo económico, pero tengo que leer y entender estados financieros para revisar si una compañía está en situación de liquidación o no. No es que el enfoque de la Pacífico sea necesariamente dirigido a lo empresarial, sino que tiene esta base numérica que te sirve para tributario, libre competencia, arbitraje, familia… ¡para todo! Desde todas las perspectivas puedes utilizar estas herramientas”. 

Mientras estudiaba, María Fe practicaba en el estudio Hernández y Cía. Faltando tres meses para terminar la carrera, surgió la oportunidad de entrar a trabajar al Indecopi. Como siempre le había gustado la libre competencia y es fiel creyente de que todos los profesionales deberían pasar en algún momento por el sector público, decidió aceptar. “Fue una buena época del Indecopi porque había muchos casos, se le dio bastante importancia a la libre competencia, a la lucha contra los cárteles”, recuerda. Tras casi un año, renunció para titularse como abogada.

Aunque María Fe tenía intenciones de regresar al Indecopi, la volvieron a contactar de Hernández y Cía. “Justo coincidió con que en el Perú estaba por implementarse el control previo de operaciones de concentración, que es un aspecto regulatorio que involucra tanto el derecho corporativo (fusiones y adquisiciones) como la libre competencia. Entonces era como mandado a hacer para mí, porque veía fusiones y adquisiciones, pero con un enfoque bastante dirigido a ver la evolución y cómo esta nueva regulación iba a impactar en nuestra práctica”. Estuvo cuatro años en el estudio Hernández y Cía., hasta que decidió que era momento de hacer su maestría.

Diversificar el riesgo

María Fe postuló a dos universidades en Estados Unidos, porque quería diversificar su riesgo estando el Brexit en camino y el mundo ya en pandemia. Ingresó a las dos universidades a las que había postulado, y debía decidir a cuál ir. “Entre los factores más importantes para mi decisión estuvieron, en primer lugar, la ciudad. Me parece súper importante porque es donde vivirás por un año. Nueva York es bien caótico y es un poco caro, entonces pensar en tener una vida tranquila durante un año… Por otro lado, pensaba que si iba a socializar con personas de otros países, con mis compañeros, en Nueva York hay que trasladarse un montón, de repente un poco peligroso a veces de noche para una chica que va sola. Y ahí la contracara era Washington DC, que es una ciudad tranquila, grande, muy bien planificada.”, nos explica.

En Georgetown, María Fe estudió un LLM en Derecho y Negocios Internacionales con un certificado en Mercado de Valores. LLM es la abreviatura del latín Legum Magister (Máster en Leyes). Es una maestría dirigida a estudiantes de derecho que quieren centrar su práctica en un aspecto en particular. En el caso de María Fe, llevó cursos vinculados a control de concentraciones (Derecho Corporativo y Control de Concentraciones) para conocer cuáles son los casos que se han desarrollado en Estados Unidos en esta materia y qué tendencias se vienen.

Algunos jóvenes renuncian a estudiar derecho pensando que es una especialidad muy local y que no permite la internacionalización. Se lo preguntamos a María Fe: “Eso es bien interesante. Yo creo que depende bastante de la práctica. Algunas prácticas están muy arraigadas a lo regulatorio, a las normas locales. Por ejemplo, temas mineros, ambientales, laboral y penal son prácticas que dependen mucho de la legislación local, pero igual hay factores vinculados a la política pública o a experiencias internacionales alrededor de esas normas. En mi caso es un poco distinto porque las fusiones y adquisiciones tienen una práctica más casuística. En el Perú nos hemos copiado muchas cosas del derecho anglosajón. Entonces, me sirve mucho saber cuáles son las tendencias en Estados Unidos o en Reino Unido, porque nosotros al final terminamos adoptando muchas de sus figuras. Traer figuras de afuera novedosas o que van solucionando distintos tipos de problemas sí es muy útil para la práctica de fusiones y adquisiciones de acá”, explica.

María Fe partió a estudiar su maestría en julio del 2021 y regresó un año después. La recuerda como una experiencia muy especial porque en un inicio las clases eran presenciales, pero con mascarilla. En enero de 2022 estuvieron un mes en formato a distancia, al mes siguiente retornaron la presencialidad y, eventualmente, dejaron las mascarillas. Pasaron por todas las etapas de la pandemia y cerraron con una graduación presencial. Ya de regreso en el Perú, ingresó a trabajar un estudio nuevo en el país: Cuatrecasas.

La importancia del cambio

La historia de María Fe nos muestra lo importante que es entender que darnos la libertad para explorar una carrera, aprender de ella, conocernos nosotros mismos y, en ese proceso, poder eventualmente cambiar de carrera o reenfocar la práctica en aspectos que nos pueden llamar más la atención. “Derecho es una carrera amplísima, hay muchísimas formas de ejercerla, desde estudios de abogados, empresas, organizaciones multilaterales, el Estado…. Hay que ir explorando qué es lo que más nos gusta mediante prácticas. Para ir viendo qué quería practiqué en distintísimas áreas del derecho, desde inmobiliario hasta derechos humanos, y la verdad es que todas esas experiencias lo único que hacen es ir sumando a las perspectivas como uno mira o analiza los casos. Es muy útil conversar con gente que ve distintas cosas para ir ganando perspectiva”.

Y luego, cuando decidamos hacer el máster, María Fe recomienda “conversar con otras personas que están pasando por exactamente el mismo proceso que está pasando uno, porque además también se mudan a un nuevo país, están sin su familia y en un momento en el que no están trabajando… esta parte es muy rica de cómo se construye la amistad, y también conocer sus experiencias en la práctica de derecho”. Tanto o más valiosos que los conocimientos académicos que uno adquiere en una maestría, es la experiencia de vida que nos deja.